Para ser un empresario exitoso en el mundo del cine y la televisión y producir blockbusters consistentemente por décadas como Brian Grazer, se requiere ser muy creativo.

Grazer sostiene en su libro A Curious Mind que no sólo se requiere creatividad e innovación. Detrás de estas, se encuentra una actitud más profunda, la curiosidad, que las alimenta y estimula. Todas las películas requieren tener ideas originales y contar historias que sean interesantes para la gente. La intersección entre curiosidad y la habilidad narrativa de contar historias se retroalimentan y potencian para lograr grandes éxitos de taquilla.

La manera como Brian Grazer enfrenta el desafío de la creatividad es teniendo “conversaciones de curiosidad” con personajes de todos tipos y caminos de la vida. Como muchos grandes genios, Grazer tiene dificultad para leer y lo ha compensado haciendo hablar a los interlocutores en conversaciones que enriquece su perspectiva, acumulando en este proceso reservas de experiencias y puntos de vista que utiliza para inventar narrativas para sus películas y series de televisión.

Grazer nos hace vivir su metodología de curiosidad narrando las experiencias y conversaciones con los grandes personajes mundiales de los últimos años. Así nos muestra de donde salieron las ideas para películas como Splash, Apolo XIII o A Beautiful Mind..

Todos los negocios requieren innovación y si aplicamos las enseñanzas de este libro, está claro que debemos nutrir la curiosidad para ser innovadores. Además, nos enseña que la curiosidad es algo que se requiere practicar para aprender y lograr un nivel útil para aplicarlo en la práctica.

Para activar su curiosidad puede usted usar el método de las conversaciones o bien inventarse usted uno propio, como leer, viajar, las artes como el teatro de tal suerte que le permita orientarla a resolver los conflictos que necesiten creatividad e innovación en su empresa o en su vida.