En menos de un trimestre, de enero a marzo del 2020, se produjo un cambio radical en la manera de vivir y convivir. Cambió la forma de hacer negocios, de comunicar y liderar las organizaciones. Cambiaron los roles dentro de las empresas, cambiaron los gobiernos y también cambió el resto de las instituciones.

De pronto, la vida nos sorprende en medio de una vorágine de cambios. Es momento de tomar una breve pausa para reflexionar sobre lo que hoy ya no es lo que era hasta hace unos pocos días y sobre lo que está a punto de transformarse.

Desde la perspectiva de los negocios, los efectos visibles del cambio adquieren diferentes matices:

  • Tenemos, por un lado, cadenas productivas tales como la automotriz, completamente detenidas;
  • por el otro, muchas industrias que trabajan tiempo extra y contratan personal adicional para hacer frente a la nueva demanda de sus productos y servicios.

Sin embargo, más allá de sus diferencias, lo cierto es que estos cambios radicales afectan por igual a las dos clases de empresas.

Estas no son las únicas; existe un tercer tipo de empresas:

  • Aquellas que aún se encuentran trabajando con normalidad, pero tienen la certeza de que pronto se verán en problemas.

Frente a estos escenarios, y después de conversar y analizar con varios líderes todo lo que viene sucediendo en los demás países, hemos elaborado el siguiente listado de elementos de transformación y cambio actualmente en proceso:

  • INNOVACIÓN

Las empresas buscan constantemente nuevas formas de mantenerse en el mercado. ¿Cómo? Con ofertas diferenciadas para los clientes, redireccionando los recursos hacia los productos para los que sí hay demanda.

Por ejemplo: las automotrices se han volcado a la producción de respiradores para pacientes críticos en los hospitales.

También se está innovando en la organización del trabajo, tanto para aumentar la producción como para aplicar los conocimientos a la solución de la pandemia del coronavirus. Las empresas tecnológicas, especialmente, son las que están tratando de ayudar a entender cómo se propaga el virus.

Cuando, en algún momento, regresemos a una “nueva normalidad”, las empresas poseerán una flamante capability: ya no tendrán miedo a explorar cosas y habrán aprendido a buscar nuevas soluciones.

Las firmas que logren sobrevivir se volverán expertas en navegar la incertidumbre; habrán adquirido, pues, una nueva y poderosa herramienta.

  • REMOTIZACIÓN

Las nuevas plataformas tipo Zoom, Teams o Facetime se han vuelto indispensables durante la actual crisis. La destreza y familiaridad para utilizarlas y la gran utilidad que representan para el home office, la educación a distancia y hasta para la participación en oficios religiosos hará que el trabajo y las relaciones familiares sean, en el futuro, radicalmente diferentes.

  • PRODUCTIVIDAD

Más de un empresario o líder de negocios se ha percatado en estos días del nivel de desperdicio de recursos de su empresa. Los descansos y aislamientos obligaron a mantener solo al personal indispensable en fábricas y oficinas. El resultado fue que, con menos trabajadores, todo siguió su ritmo normal: la carga de camiones, los reportes a tiempo, etc. Tras la crisis, el futuro encontrará empresas más esbeltas, mejor coordinadas, más agiles y mucho más productivas.

  • LIDERAZGO

Casi cualquier individuo resulta un buen líder cuando la situación es favorable y la economía crece. Los errores o fallas estratégicas pasan unos tras otros sin grandes consecuencias y las personas se toman su tiempo para pensar.

La crisis actual demanda otro tipo de líder. La reacción debe ser rápida; las circunstancias cambian de un momento a otro y ya no hay tiempo para grandes estudios o business cases.

Además, hay que tomar realmente en cuenta a todos los stakeholders, no solo a los accionistas. Tendrá que cuidarse al personal física y psicológicamente.

El líder debe estar consciente de que el regreso a la nueva normalidad tiene que encontrarlo junto a su personal de siempre para recomenzar las actividades en el restaurante, la fábrica o el despacho.

  • E-COMMERCE

La tendencia global hacia la venta en línea manifestó un aceleramiento espectacular con la pandemia. Cada vez se piden más artículos y se solicitan más servicios por Internet.

Así las cosas, todas las empresas tratan de aprovechar las plataformas online para vender sus productos, establecer comunidades o posicionar su marca.

El salto que vamos a ver en todas las categorías de productos hará que todos traten de acomodarse en esta nueva era digital.

Por cierto…

Estas son solo unas cuantas tendencias que ya están arraigándose. Algunas puede que, al pasar esta crisis, sufran una vuelta al pasado. Aun así, el brusco cambio que nos encontramos viviendo en la actualidad se perfila cada vez más profundo y duradero.